Hacía tanto tiempo que Windows no cometía faltas contra mi persona que por un momento creí que había dejado de hacer pendejadas realizar tales fechorías.

Pero, por supuesto, Microsoft dejaría de ser Microsoft.

En mi computadora personal, Yennefer, tengo dos sistemas operativos: Microsoft Windows 10 y Linux Mint 19.3.

De un tiempo para acá, Mint era incapaz de darme permisos de escritura en mi partición compartida con Windows.

Con Linux siendo Linux, y yo siendo yo, supuse que yo había instalado algo mal, escrito sobre un archivo que eventualmente se sobreescribió en una actualización… o bueno, que yo fui el del error.

Me la pasé en foros, tratando de encontrar una nueva línea para el fstab que regresara la antigüa gloria de mis permisos de escritura sobre una partición NTFS desde mi Linux.

Sin suerte.

Resignado, empecé a escribir todo en mi partición de Linux dimensionada para solo contener los programas y, pues, inevitablemente se llenó.

Así que volví a buscar y di con un pequeño, inocuo, comentario:

Sí, parecía que Windows 10 podía haber cambiado mis permisos de la partición compartida en alguna actualización de “seguridad”…

Decidí seguir las instrucciones para dar permisos completos a un disco duro en Windows 10 y reinicié.

Y… voilà.

Mi disco duro se montó automáticamente con permisos de escritura, otra vez.

Si acaso es necesaria, mi línea para montar una partición NTFS con permisos de escritura es:

/dev/disk/by-uuid/5EE0A614E0A5F307 /media/ramoscarlos/Aretusa ntfs-3g noatime,nls=utf8,windows_names,dmask=002,fmask=111,uid=1000,gid=1000 0 0

Pero, sí…

Si alguna vez tienes problemas de permisos con tu partición NTFS, revisa los permisos que Windows 10 te dejó en la partición.

Windows, Windows, Windows, ¿cuándo aprenderás?